A medida que se acerca la octava edición de la Feria Transfronteriza del Aceite y el Olivar, que se celebra este sábado en Vilvestre,
se van conociendo más detalles de una cita que ha logrado en este
tiempo hacer evolucionar la principal materia prima que la motiva.
El
alcalde de Vilvestre, Manuel Domínguez, así lo constata. Conoce de
primera mano el efecto que este cita anual ha ido produciendo hasta el
punto, revela, "que ha logrado optimizar la recogida y el tratamiento de
la aceituna". "Tras 8 años no solo gracias a los expositores sino
también a las charlas que se han ido ofreciendo, hemos conocido otras
formas de laborar para que el producto sea mejor", apunta y ofrece
alguna de esas claves. "Se recogía más tarde y se almacenaba diferente",
revela. Pese a las reticencias de los pocos que todavía creen que el
producto final es mejor porque es más fuerte, "el aceite es mejor
ahora".
La
Plaza Mayor de Vilvestre acogerá el sábado la Feria en la que al
atractivo de los diferentes expositores se suman actividades como el
taller de elaboración de aceituna de mesa y olivada, a cargo la bióloga
Salomé Casado; la charla sobre la creación del museo etnográfico de
Vilvestre impartida por el ingeniero Alejandro Martínez o una
degustación de alimentos de la zona. El Museo-Biblioteca "Casa de los
Frailes" acogerá estas actividades.
Todos
los participantes, asegura Manuel Domínguez, se van convenciendo poco a
poco de que el camino "es el de la calidad y a eso se tiende". Es la
evolución natural de una actividad cuyo inicio sitúan las crónicas
varios siglos atrás y que en Vilvestre llegó a ver cómo el aceite se
convertía en moneda de cambio. De hecho, son muchos los olivos
centenarios en esta zona de clima mediterráneo.
La Feria de este sábado, que abrirá sus puertas desde las 10 de la mañana y hasta las 14:30 horas, contará con stands de diversos productores de aceites, maquinaria, artesanía y herramientas para la olivicultura.
"Aquí
la producción siempre ha sido pequeña y buena", relata el alcalde quien
recuerda que esa modestia se ajusta a un mercado más bien restringido.
La futura concentración parcelaria, sin embargo, puede cambiarlo todo
pues contribuirá a incrementar la producción al no ceñir únicamente a
los bancales de complicado acceso en los que recolectar aceituna es, hoy
por hoy, toda una heroicidad y un oficio casi exclusivamente para
románticos.
Mientras
tanto, Salamanca cuenta ya las horas para poder empezar a disfrutar de
una cita convertida ya en referencia y que permite, además, no solo
probar sabores únicos sino llevárnoslos a casa.